Me recosté de espalda en la cama, cortinas abiertas y libro en mano, y admiré cómo el sol del mediodía intentaba entrar por mi ventana. El verde uniforme del colegio seguía tirado sobre el mini-sillón, así como el maletín continuaba yaciendo en el piso. Le di el play a mi mp3 y retomé el libro donde lo había dejado de leer la última vez. La verdad no entendía por qué el profe de inglés se empeñaba taanto en hacernos leer Madame Bovary cuando el libro en sí -si bien era un "clásico"- era un tanto. . aburrido. Y aparte de todo, ni siquiera era de un autor inglés, sino que francés. Semi-sonreí al recordar que fue Tai quien se había encargado de recordarle eso al profe la semana pasada, y la sonrisa se hizo aún más evidente cuando recordé cómo ambos habíamos terminado siendo echados de la sala de clases por ese profesor. .
- Como si jugar al gato en clases fuera malo. . - me dije para mi misma.
- Soraaaa - pude escuchar desde el otro lado del departamento.
- Si máa ? - grité yo a mi vez.
- Que vengaaas, qué no escuchas?!.
Suspiré al tiempo que me medio-sentaba en la cama y dejaba el libro, el mp3 y la certeza de que sería un sábado tranquilo detrás de mi. .
- Cualquiera que escuche ese tono de voz lo sabe. . - alzé la voz - Vooooy - dije saliendo de la pieza y camino hacia la cocina - Qué pasa? - pregunté y me quedé mirándola.
- Te perdiste la práctica de tenis ayer - dijo mirándome de reojo.
- Ah, sí, estaba cansada y preferí venirme directo a la casa - sabía que lo mejor era restarle importancia.
- Creí que salías a las dos de la tarde los viernes - ni siquiera me miró cuando dijo eso. Me fijé que se estaba encargando de un arreglo floral -, y sin embargo llegaste pasadas las seis. De no ser porque me llama tu entrenador para preguntarme si estabas enferma ni me entero de que te saltaste la práctica. .
- No me la salté, ya te dije que estaba cansada. Y llegué tarde porque Akane me pidió que la acompañara a esa tienda donde venden prended--
- No estás tomando el tenis en serio, querida - ahi estaba. Odiaba cuando usaba la palabra "querida", era como la calma antes de la tormenta - Nunca tomas nada en serio - iba a defenderme pero me interrumpió - Ya te he dicho mil veces, no quiero que juegues al tenis sólo para probar que estoy equivocada - abrí la boca otra vez pero nuevamente no alcancé a decir nada - Si tu padre estuvier--
- Pero no lo está, okay? Somos, lamentablemente - y recalqué esa última palabra - sólo tú y yo, y lo siento má pero el mundo no gira en torno tuyo como tampoco lo hace mi vida ni las decisiones que tome. . - suspiré y me fui a la pieza. Agarré mis cosas y las metí rápidamente a un bolso para después irme a la entrada y sacar la chaqueta. .
- A dónde vas? - sentí su mirada sobre mi mientras me abrochaba las zapatillas.
- Por ahi, ya vuelvo - dije flashmente saliendo del departamento y cerrando la puerta tras de mi.
Ya estando afuera dejé salir otro suspiro. Bajé las escaleras y me senté a la entrada del edificio.
Hey, chico de las gafas raras. Ocupado? Como que necesito apoyo moral. Apreté "enviar" y segundos después apareció el "enviado a: Tai"